Cata Nro. 14: Woodfoord Reserve Distiller's Select


 
Bienvenidos una vez más a una reseña del blog, en este caso veremos las características de este bourbon proveniente de Kentucky, tierra de granjas, carreras de caballos y césped azul.
Para comenzar a entender este bourbon, me gustaría definir que características debe poseer un whiskey para poder denominarse Kentucky straight bourbon whiskey, así que las voy a enumerar en la siguiente lista:

- Debe ser producido en territorio estadounidense
- Debe poseer al menos 51% de maíz en su composición
- Debe cumplir al menos dos años de añejamiento

- Debe añejarse en barricas de roble nuevo
- Debe destilarse a no más de 80% de alcohol
- Debe guardarse en la barrica a una concentración no mayor a 62.5% de alcohol
- Debe ser embotellado a no menos de 40%


Así que, conociendo los requerimientos legales para poder denominarse como tal, empecemos a centrarnos en esta expresión en particular que tiene una rica historia y algunos datos bastante particulares.
Ubicada a la rivera del arroyo Glenn's creek, a mitad de camino entre Versailles y Fráncfort, la destilería fue fundada en 1812 por Elijah Pepper, quien aprendió el arte de crear bourbon en Virginia, allá por el año 1797. La destilería, una de las más pequeñas de todo el estado de Kentucky, es considerada como "la cuna del bourbon", una frase que se remonta al año 1830, cuando el hijo del señor Pepper, Oscar Pepper, contrato a un maestro destilador proveniente de escocia, el Dr. James Cristopher Crow, un médico y químico que paso gran parte de su vida mejorando los procesos de destilación e introdujo el mosto acido a la elaboración y descubrió los beneficios del socarrado (proceso de tostado o quemado) de las barricas, procesos que hoy en día todas las destilerías productoras de bourbon utilizan en su elaboración. Actualmente la destilería forma parte del grupo Brown-Forman, quien, adquirido la factoría en 1941, luego del periodo de prohibición estadounidense, época en la cual la destilería no estuvo operativa.

La receta de este bourbon comprende un 72% de maíz, un 18% de centeno y 10% restante de cebada malteada, estas proporciones se mezclan con agua proveniente de Glenn's Creek, un arroyo cuya particularidad es que su agua no contiene partículas ferrosas, lo que la hacen ideal para este tipo de destilados. Otra particularidad de la pequeña destilería, es que usa tinas de fermentado que son de madera de ciprés rojo a diferencia de las de acero inoxidable que se ven actualmente, este proceso de fermentación se lleva a cabo entre 5-6 días, para luego destilarse 3 veces en alambiques tradicionales de escocia, cuando la mayoría de las destilerías usan alambiques de destilación continua, este proceso de triple destilado genera un espirituoso de 79% de graduación alcohólica, apenas un grado por debajo del máximo legal, antes de ser guardado en la barrica, se diluye con agua hasta llegar a  los 55 grados de alcohol y es envejecido entre 6 y 7 años  antes de ser embotellado previa dilución a una graduación de 45.2 grados.

Como dato adicional, el woodford reserve es el whisky oficial del Derby de Kentucky y de la Breeder's cup, las dos carreras de caballos más importantes de Estados Unidos.

Ahora pasando a las sensaciones que nos provee este "pura sangre" norteamericano
Nariz: Con una impronta típica de este tipo de whiskeys, nos encontramos con notas dulces y algo cremosas, aromas que nos remontan a chauchas de vainilla, azúcar tostada, madera y un dejo que parece ser cítrico y floral, me llama la atención la ausencia tanto de notas alcohólicas y a barniz, algo muy común en muchos bourbons, pero que aquí no se evidencian.


Paladar: Aquí salen a relucir todas bondades de esta expresión, con sabores también dulces y especiados, una sensación en la boca que gracias a sus 45.2% se evidencia oleosa y cremosa, más bien pesada, centrándonos en las notas, podemos encontrar sabores de azúcar o azúcar morena, cítricos parecidos a limón y canela, también, hay algo de caramelo y tofee, un dejo de banana y un sutil amargor lo que lo convierten en un whiskey con un paladar complejo pero que me gusto descubrir y tratar de adivinar las notas presentes.


Final: el final es largo, suave, cremoso, con ápices de especias y con una calidez excepcional.


Conclusión: Me acabo de dar cuenta que este es el primer bourbon del cual escribo en el blog, y creo que no podría haber elegido un mejor exponente para inaugurar esta sección de whiskeys norteamericanos, es un whiskey con mucha historia y raíces escocesas, que cumple muy bien con lo que un bourbon debería ser, con un paladar redondo, complejo y clásico, que invita a tomarse el tiempo de descubrir notas mientras los bebes, y luego de cada sorbo sentir la calidez y el dulzor típico del bourbon.

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SLÁINTE!


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